[Dos en un garaje] Diez años de iPod: diez años de revolución musical

Hoy se cumplen diez años exactos del lanzamiento del primer iPod. El reproductor musical digital de Apple, marcó un antes y un después tanto en la misma compañía que lo ideó y diseñó, como en un mercado que parecía abocado a la destrucción. Felicidades, iPod.

Corría el año 2001. Imaginad por un momento, en una empresa que había estado a punto de desaparecer. Imaginad una empresa, que hasta la fecha, solo fabricaba ordenadores y soluciones de software. Por aquél entonces, y en medio de un panorama nada agradable en cuanto a perspectivas económicas, Apple presentó su primer reproductor de música portátil, el iPod. El iPod es, sin lugar a dudas, el producto que ha cambiado la forma en la que vemos hoy en día a Apple.

Con el iPod (y su posterior éxito), Apple dejó de ser una compañía informática para convertirse en algo más y convertirse en el líder mundial del mercado electrónico. Entender el origen del iPod y su influencia en las entrañas de la compañía de la manzana, es esencial para comprender a la actual Apple. El reproductor musical de Apple, es la unificación de las filosofías que se deban en el seno de la empresa de Cupertino, desde el diseño, a la forma de trabajar, pasando por el sumo cuidado de la experiencia con respecto al usuario. El iPod se gestó tras mucho esfuerzo, pero también, como citan en el libro de Leander Kahney«En la cabeza de Steve Jobs»«apareció delante nuestra tras muchas reuniones de una manera absolutamente natural». Fue el fruto de incontables reuniones, cambios e ideas absolutamente geniales.

«El software es la experiencia del usuario. Tal y como lo demuestran el iPod o iTunes, se ha convertido en la tecnología impulsora no solo de los ordenadores sino también en la de la electrónica de consumo.» Steve Jobs

El primer iPod, llegó en un mundo convulso en lo referente a la música. Millones de usuarios usaban el CD y reproductores portátiles basados en el formato físico, con lo incómodo que aquello resultaba (y la poca autonomía en cuestiones de batería que suponía para los clientes). Por si fuera poco, gran parte de ese público, comenzaba a subir sus colecciones de CD a internet, utilizándose, por primera vez en la historia de manera masiva, el ordenador como centro de reproducción musical. Si no tenías grabadora de CD, no estabas en la la cresta de la ola del nuevo mundo de la música digital. Apple comenzó a experimentarlo en sus propios iMac, que se veían relegados a un segundo plano por no incorporar semejante lectores de CD, y encontrándose, por primera (y única vez tras la reaparición de Jobs en Cupertino) con enormes pérdidas durante el primer trimestre de 2001. Steve Jobs se vio superado por algo que no supo prever, pero su mente siguió funcionando, y decidió actuar. Apple debía incorporarse al mundo de la música digital. Y ahí surgió el germen de lo que sería el iPod.

iPod original

Apple pasó muchísimo tiempo intentando mejorar iTunes, haciéndola una aplicación atractiva e interesante para todos los aficionados a la música. A su vez, el mercado seguía encaminado al uso de los populares Disc-man, que intentaban reproducir el éxito visto en la generación anterior por el Walk-man de Sony, pero que seguían acarreando el problema de las copias y los formatos físicos, que si bien funcionaron en el pasado, parecían un tanto incómodos para determinados usos. Los reproductores de música en formato flash no contaban con demasiada capacidad (32 o 64 MB no eran suficientes para almacenar más que las canciones que cabían en un CD) y su precio era muy caro en comparación a los baratos reproductores de CD portátiles.

Primeras versiones iTunes

Jobs y su equipo, comenzaron a recopilar ideas para su futuro reproductor de música. Pasaron interminables horas examinando miles de productos, examinando su funcionalidad, su peso, su autonomía o su interfaz. No podían dejar ningún detalle al aire, querían que su nuevo producto, fuera absolutamente perfecto, y que no hubiera nada que pudiera parecérsele en el mercado. Querían mimar al máximo su nuevo proyecto, y para ello buscaron y dejaron atado cualquier elemento: desde la autonomía de la batería (aspecto que se solucionó con un pequeño uso intensivo de una limitada memoria alternativa que precargaba las canciones), a la conexión Firewire, que prometía una velocidad de transferencia 30 veces más rápida que la del USB de primera generación, pasando por el aspecto y la capacidad del disco duro. El desarrollo del iPod dio lugar a un montón de anécdotas: el nombre viene dado por la pasión del publicista Vinnie Chieco a 2001: Una odisea del espacio de Stanley Kubrick y a la famosa frase «Open the Pod Bay doors, Hal» o «Abre la puerta de las cámara de las cápsulas, Hal», (que cuando vio el aspecto definitivo y el color blanco del iPod, no pudo evitar hacer la referencia) a lo que Steve Jobs le añadió la popular «i» para otorgar coherencia entre el iMac o iLife. De hecho, según dicen, el fallecido co-fundador de Apple no estaba nada seguro del nombre.

El proyecto se mantuvo en el más absoluto secreto, teniendo una fecha límite impuesta por Jobs para la presentación: el reproductor de música de Apple debería salir de cara a las navidades, y para ello, tenía que se presentado en otoño. Y así fue. El iPod llegó un día 23 de octubre de 2001, siendo mostrado al público y a los asistentes en el salón de actos que tiene Apple en Cupertino. El aspecto final del producto, obra de Jonathan Ive, marcó a toda una generación, siendo una de sus obras cumbre (y que a posteriori fue refinada en sucesivas generaciones). Y las funcionalidades del iPod fueron un cambio de paradigma, que a día de hoy siguen resonando. Conexión con iTunes, gestión sencilla y automática, una interfaz clara (pese a ser una pantalla monocromática en blanco y negro), gran capacidad de almacenamiento (la famosa frase Steve Jobs «mil canciones en tu bolsillo») y autonomía. El futuro, nos traería revisiones, generaciones de aspecto distinto, cambios y nuevas características (la rueda táctil es el embrión de la actual pantalla táctil), pero todo empezó aquél día.

«Mil canciones en tu bolsillo». Steve Jobs

El iPod dio el primer paso. Y aunque suene repetitivo, fue toda una revolución. Una revolución sin la cual (tanto dentro como fuera del sueno de Apple), es imposible entender productos tan actuales como el iPhone, o el iPad y sus correspondientes tiendas de aplicaciones. Hoy, la gama iPod empieza a sentir la temida «canibalización» de otros productos de Apple, como los citados iPhone o iPad, que ya aglutinan tantas funciones de reproducción multimedia, que hacen que los reproductores iPod parezcan un tanto superfluos o simples. Sus ventas parecen ir a menos cada trimestre, pero no podemos olvidar su legado. Fue uno de los primeros productos de Apple que unificaba software y hardware como parte de un todo. Fue también, uno de los primeros en recibir ese toque y ese aura «cool» por parte de Jonathan Ive y su equipo de diseño. Con el iPod, experimentamos los placeres y las bondades de la música digital. Comenzamos a descubrir lo que podía dar de si internet y la ausencia del formato físico. Gracias al iPod, fuimos libres. Como la música. Fue el primer concierto con éxito de Apple. La primera canción, y la primera actuación, de una futura sinfonía digital que nos dejaría a todos completamente ensimismados. iPod, luego existo.

Alberto González

3 pensamientos en “[Dos en un garaje] Diez años de iPod: diez años de revolución musical

  1. ¡Qué bonito Alberto! Mi primer iPod fue el nano de primera generación. Jaja llegué un poco tarde pero desde entonces no he podido usar para escuchar música un producto que no fuera iPod. A día de hoy, a pesar de tener otros medios sigo utilizando mi iPod (ahora tengo el Classic) todos los días.
    😉

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