El teléfono de Apple parece haber reducido su impacto mediático y comercial tras un más que exitoso lanzamiento inicial a finales del año pasado. Mientras Cupertino prosigue su gira asiática -donde el terminal parece haber calado entre el público chino-, la empresa decide reducir el volumen de componentes ante el descenso de la demanda a nivel mundial.
El iPhone 5 parece estar perdiendo algo de fuelle de manera prematura. Así informa el Wall Street Journal, que recalca que la firma de la manzana habría reducido considerablemente la demanda de componentes necesarios para la fabricación del terminal ante el descenso del interés por parte del consumidor. Siguiendo datos más exactos, los pedidos de componentes y piezas claves -como las pantallas táctiles- para el iPhone 5 habrían descendido hasta la mitad, lo que es una bajada nada desdeñable.
¿A qué viene este brusco descenso de ventas? El problema podría adolecer a dos claros motivos, los cuales, vienen siendo la tónica imperante durante los últimos tiempos. El primero de ellos, tiene que ver con la amplia variedad de teléfonos y dispositivos smartphone que podemos encontrar en la actualidad. El consumidor tiene un extenso abanico de posibilidades y sistemas operativos como Android y Windows 8, así como terminales solventes en cuanto a potencia y prestaciones. Pese a que el iPhone sigue siendo un dispositivo premium, puntero y desligado a los avatares del mercado, el cliente ve como puede conseguir y adquirir propuestas y productos similares a menor o igual coste, y eso, a la larga, puede disminuir el atractivo del teléfono de Apple.
El segundo motivo, viene dado por el propio cliente, y en concreto, por el fiel consumidor de Apple. Antaño, mientras la competencia mostraba decenas de terminales y dispositivos diferentes al año, Apple mantenía su estatus de renovación anual, haciendo caso omiso a las presiones y comentarios de sus rivales económicos. Ahora, los incesantes y reiterativos rumores, y las renovaciones extremas en un corto periodo de tiempo -como la vista con el iPad de tercera generación, que fue borrado del mapa en apenas seis meses desde su presentación-, parecen hacer mella en el cliente, que observa con desgana, como su dispositivo puede quedar anticuado y obsoleto a las primeras de cambio -salvando las distancias, claro está-. Esto, que es una tónica habitual en el sector tecnológico, hace todavía menos gracia, cuando hablamos de terminales de elevado precio, como son los dispositivos de Apple. ¿Influirá el ritmo de actualización de Apple en las decisiones de los consumidores? Es bastante probable.
Y es que, mientras una parte del mercado -pequeña, pero existente- se afana por renovar de terminal año tras año -incluso algunos reclaman y piden que se hagan ciclos de renovación cada seis meses-, otra más grande, parece no estar contenta con eso de ver como su iPhone tiene cada vez menos vigencia. Un pensamiento inocente, claro está, pero comprensible por otra parte. De momento, este lento y débil ritmo de ventas por parte del iPhone 5, podría ser la constatación física de ese citado malestar entre los consumidores y clientes.
Más info: Wall Street Journal (inglés)
Pues coincido con prácticamente todo lo que dice Alberto, yo personalmente soy usuario de Apple y lo que más me llamaba la atención a parte de la calidad de sus productos, es que no era como otras compañias que sacan Tfl´s cada 2 meses. El usuario de Apple sabe a por lo que va y tiene lo que quiere. Los usuarios de otras marcas se encuentran perdidos entre tantos modelos y siempre te queda la sensación de no haber escogido el que mejor se podría adaptar a tus características.
Por lo tanto si Apple empieza a seguir el camino de esos fabricantes ( que lo dudo ) mal le irá en los próximos años, porque considero que Apple no es a día de hoy un fabricante que pueda competir ( en cuanto a fabricación de modelos ) con otros grandes.
Lo que si me ha impactado es que hayan bajado la demanda de los componentes hasta la mitad…. eso es cierto ???
Buen artículo