iOS fue el sistema operativo móvil más avanzado en su día, pero desgraciadamente, se quedó atrás. Hoy, aprovechando el inicio de la WWDC 2013, gracias a Apple hemos visto un adelanto del nuevo paso en la evolución del software móvil de la manzana: iOS 7. Conoce todas sus novedades.
Los cambios, por definición, suelen ser traumáticos. Todos estamos acostumbrados a las rutinas. Todos tenemos hábitos. Nos encanta tenerlos. Si algo se sale de la norma, o de lo habitual dada nuestra rutina, nos preocupa. Pero también nos sorprende. Nos asombra. Apple, en 2007, consiguió asombrarnos por partida doble. Primero, nos presentó un móvil. Un móvil, el iPhone, con una pantalla táctil revolucionara y jamás vista hasta la fecha -al menos, para el consumidor de a pie-. Y segundo, de forma íntimamente relacionada, un sistema operativo móvil lleno de posibilidades.
Inspirado en OS X, iOS inauguró una nueva etapa en el desarrollo de software, llevando la simplicidad característica de Cupertino, a nuestro bolsillo. iOS era mucho más que una simple versión avanzada del software del por aquel entonces, popular iPod. Aquella primera versión, denominada iPhone OS -pese a sus faltas y carencias, que las tenía- era un vistazo al futuro. Era lo más parecido a asomarse por un balcón y otear el horizonte con varios años vista de adelanto. Jamás se había visto nada igual.
Con el paso de los años, Apple, en una posición predominante, fue mejorando, adaptando y cambiando su sistema operativo a los productos que iba sacando -el iPad apareció entre medias y lo revolucionó todo, una vez más-, pero los síntomas de agotamiento, eran evidentes. Sí, se añadió compatibilidad con redes sociales. Se cambiaron los mapas. Se incorporó iCloud y se añadió una mejor app de música. Pero había ciertos aspectos, más allá de los concernientes a los gráficos y estéticos, que seguían imperturbables. Scott Forstall, el considerado por muchos sucesor espiritual de Steve Jobs, abandonó la compañía tiempo después del gran fracaso de la sexta versión de iOS -según las malas lenguas, auspiciado por el propio Tim Cook, CEO de Apple-, y en su lugar, llegó Jonathan Ive, máximo responsable del diseño de los productos que amamos y usamos todos los días.
Bajo el mandato de Ive, se debería cumplir una de las máximas fundacionales de Steve Jobs: que el diseño de los productos de Apple transgrediesen las monótonas barreras convencionales sobre el aspecto y el uso y se convirtieran en expresiones máximas del diseño para las personas que los utilicen. iOS 7, es la constatación fehaciente de este hecho.
- iOS 7: Un cambio profundo
iOS 7 es un cambio profundo. Es una disyuntiva que nos llevará por un nuevo camino en el desarrollo móvil, y que a buen seguro, inaugurará una nueva etapa en los móviles y tablets de medio mundo. Las modificaciones, a priori, son muchas, evidentes y en la mayoría de los aspectos, profundas. Apple no se ha limitado a quitar capas de evidente skeumorfismo y ha preferido añadir -o eliminar- funcionalidades más allá del aspecto estético.
Si tuviéramos que definir a iOS 7, utilizaríamos el adjetivo «plano». Pero eso sería demasiado convencional. La definición más exacta que podría servirle, sería limpio. O siguiendo el argot propio del diseño -algo típico de Jonathan Ive-, puro. El nuevo diseño es uno de los principales atractivos de iOS 7, pero quizás no su mayor atractivo. Es una simplificación en las tareas, una vuelta a los orígenes y a la facilidad -nada de menús contextuales, o complejos-. De cargado toque minimalista, iOS 7 aboga por colores planos, transparencias y unos iconos completamente rediseñados.
El centro de notificaciones, pasa a ser el centro de control. Gracias a ello, no solo tendremos notificaciones o alarmas: podemos controlar los más diversos aspectos de nuestro iPhone, iPad o iPod touch, como el brillo de la pantalla, la funcionalidad AirPlay, el Bluetooth, las redes Wifi o el bloqueo de giro. Estos atajos nos evitarán muchísimos e incómodos viajes a la app Ajustes, como pasaba en las versiones anteriores. Un añadido lógico, y que esperábamos desde hace tiempo.
Safari, el popular navegador incluido de serie, madura, y se hace completamente funcional. Permite una gestión de pestañas más lógica y completa -se acabó eso del límite de 8 pestañas- e incorpora gestos multitáctiles para nuestra navegación. A su vez, incorpora una nueva vista y barra de lectura, direcciones y sugerencias en la misma barra del buscador y sincronización a través de iCloud.
La multitarea, presente desde la cuarta versión de iOS, se rediseña por completo, y gestiona la batería y los procesos secundarios de una forma más inteligente. Ahora podemos tener aplicaciones abiertas, y verlas en funcionamiento, sin tener que andar pulsando de una en una en ellas. Todo regado con la nueva interfaz, muchísimo más clara y visual que en versiones anteriores del software.
AirDrop, un sistema para compartir archivos y elementos de Mac, da el salto hacia iOS. Con AirDrop podemos compartir, mediante una red wifi propia creada para nuestro traspaso e intercambio de archivos, cualquier cosa que se nos ocurra. Desde fotografías a documentos. Todo con una sencillez pasmosa digna de ser elogiada. A poco que sea igual de eficiente que en OS X, AirDrop promete ser un sistema de intercambios de archivos integrado en iOS muy eficiente e interesante.
Siri se hace mayor, y se busca una pareja. Ahora Siri hablará de una forma más natural, en idiomas como el inglés, el francés y el alemán, e incluso, como os decíamos, tomará la voz de un hombre. Ahora gestiona parámetros del teléfono o el terminal que usemos, como el brillo, el Bluetooth o hacer búsquedas web -vía Bing, por cierto- con una mayor rapidez y naturalidad. A su vez, iOS y Siri dan el salto a los automóviles de los más diversos fabricantes -Opel, Nissan, Mercedes, Kia, Volvo, Hyundai o Ferrari, entre otras muchas-, con soporte total para apps, además del teléfono, como Música, Mapas o Mensajes. iOS irá sobre ruedas. Y nunca mejor dicho.
¿Qué sería de iOS y un iPhone sin su cámara o la app Fotos? Bien, Apple ha ido introduciendo novedades con el paso de los años, y no es pera menos, ya que la cámara del iPhone es una de las más usadas del mundo. Ahora la app es mucho más sencilla, clara, evitándonos engorrosas y complejas navegaciones alrededor de ella. Es más directa, y permite añadir efectos instantáneos a nuestras fotografías. Se utilizarán las etiquetas, las fechas y la geolocalización para crear pequeños momentos y galerías de forma automática, a fin de que tengamos nuestras fotos mejor organizadas y de fácil acceso. ¿Qué somos unos verdaderos fotógrafos y tenemos tantas fotos que es difícil navegar por ellas pese a las novedades? Al igual que en el iPad, reducimos mediante un gesto táctil, y las agrupamos en una visión completamente nueva. Y si hacemos otro gesto, ampliamos. La visión de la galería, se adecuará a nuestros gestos. Fotos en streaming, a su vez, también mejora, añadiendo vídeos y mejores opciones a la hora de compartir nuestros momentos.
Música e iTunes Radio son dos apps en una. La primera, Música, cambiará su interfaz, haciéndola más acorde con el fresco aire que nos trae iOS como sistema operativo. Pero trae sorpresa en su interior. iTunes Radio, de momento solo en Estados Unidos, es un sistema de música en streaming que nos ofrecerá una gran cantidad de música, en función de nuestros gustos, a través de internet e iTunes. Y sí, es completamente gratuita. Habrá dos versiones, una con anuncios -gratis- y otra, que se unificará mediante iTunes Match, completamente libre de ellos. ¿Spotify? Sí, pero no. Es un término medio entre LastFM y el citado portal de música. Habrá que esperar para catarlo en España.
- Lanzamiento en otoño.
iOS 7 -ya en formato beta para desarrolladores- llegará en otoño a nuestro país, prometiendo elevar a los dispositivos de Apple a un nuevo nivel. Todavía es muy pronto para asegurarlo, pero creemos, que están en el buen camino. Los cambios son muchos, y lo citado, solo corresponden a una pequeña delegación de los mismos. iOS 7 es un nuevo paradigma móvil y portátil. Una nueva perspectiva.
Más info: iOS 7
Da miedo la forma en la que Apple logra predecir justamente lo que necesitábamos o bien que de menos generaba un paradigma.