Intel presentó ayer su nueva y flamante actualización para su estándar de conexión de alta velocidad profesional. Sí, estamos hablando de Thunderbolt, la conexión de alto ancho de banda que incluyó Apple en sus equipos como alternativa al USB 3.0. Y es que ahora, Intel anuncia que pasará de los 10Gbs a unos nada despreciables 20Gbs…
Pese a que la conexión Thunderbolt sigue estando al alcance de unos pocos, y son una minoría los fabricantes que elaboran productos y accesorios -como discos duros- que sean compatibles, Intel no ceja en su empeño de hacerla un estándar para un determinado tipo de público.
Intel ahora, se propone el más difícil todavía: aumentar la velocidad de transferencia de su conexión, pasando de 10 a 20 Gigabits por segundo, convirtiéndose de esta manera, en una interfaz que amplía y supera claramente lo conseguido por el más asentado USB 3.0.
¿Por qué actualizar ahora Thunderbolt? Tiene sus motivos. Uno de ellos es el empuje del siguiente paso en el tratamiento visual de la imagen y el vídeo: los famosos 4K. La resolución 4K -que atesora más de cuatro veces la resolución del estándar 1080p Full HD-, necesita de un gran ancho de banda para transmitirse a una velocidad coherente, e Intel ha decidido ponerse en marcha previniendo el problema antes de que se produzca. A su vez, Intel ha mejorado el consumo de energía, que es mucho menor, así como los chips de los puertos de la interfaz, que ocupan mucho menos espacio.
Las implicaciones y utilidades reales de esta actualización, que llegará a finales de año, son muchas. La primera de ellas, es que deja abierta la puerta a la hipotética llegada de los iMac con pantalla retina, que podrían incluir soporte para los 4K y convertirse en un ordenador de escritorio de verdadera referencia para los profesionales del sector audiovisual a poco que vayan en consonancia en cuanto a potencia. La segunda, va relacionada con una probable puesta al día de los monitores Thunderbolt de Apple, que también podrían ver aumentada su ya de por sí impresionante resolución.
Sea como sea, es de agradecer que Intel no ceje en su empeño de mejorar su conexión Thunderbolt, que en teoría, puede llegar hasta los 100 Gigabits por segundo -cifra, de momento, algo lejana-, hasta convertirla en un verdadero estándar entre fabricantes, distribuidores y usuarios. ¡Esperemos, que mientras la velocidad aumenta, el precio de esta conexión vaya bajando al mismo tiempo!
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