Tras un periodo de inactividad –mea culpa– volvemos a reanimar un poco el blog. Y es que, en las vísperas de la WWDC -la conferencia y convención de desarrolladores más importante del mundo iOS y OS X-, todo el universo se revoluciona. Rumores, filtraciones, ¿qué podemos llegar a ver en la próxima conferencia de la manzana? ¿Qué mostrará Apple el próximo lunes 10 de junio en San Francisco?
En Apple Adictos nunca hemos sido partidarios de aventurar ni especular demasiado. Nos gustan los rumores, las filtraciones y el clima pre-keynote de Apple, pero reconocemos, que nunca hay que llevarse pro la historia. La próxima conferencia y convención mundial de desarrolladores para sistemas Apple, es sin duda, un punto de inflexión en la compañía. Tras varias descafeinadas keynotes, y tras un año un tanto extraño para la manzana como lo fue 2012 -que no quiere decir que sea malo-, Apple se enfrenta a su prueba más difícil: demostrar que siguen siendo la compañía innovadora que siempre ha sido.
Ya no basta con presentar un producto, o una idea. Se urge y necesita cambio. Se urge mejorar y evolucionar lo presente. Hay que atajar y solucionar de raíz varias vicisitudes, problemas y errores que han ido surgiendo tras la transición experimentada en el seno más interno de Apple. Tras la reestructuración, los despidos, las marchas y cambios en la directiva y las diferentes áreas de la empresa, los de Cupertino necesitan ponerse de nuevo en marcha. Necesitan demostrar a sus usuarios, clientes y potenciales compradores, que siguen estando ahí.
La WWDC de 2013 necesita ser toda una declaración de intenciones. Y tiene que serlo, sobre todo, a nivel de software -del hardware, hablaremos más adelante en el artículo, y por ahora, es secundario-. Apple debe conseguir que iOS vuelva a ser el sistema operativo más revolucionario del mercado. El sistema operativo del iPhone, el iPad o el iPod touch -y en menor medida, del Apple TV- está pidiendo a gritos un cambio en sus funciones principales, que con el paso del tiempo, se han quedado estancadas.
iOS 6 ha demostrado ser un pequeño paso en falso en multitud de aspectos, y eso, no se puede tolerar. La competencia, aunque no marca el ritmo de desarrollo para Apple, está pisando fuerte, y en muchos terminales y sistemas -como Android o Windows Phone- podemos encontrar soluciones, ejemplos y características muy interesantes. Como usuario de Apple no se pide una copia exacta, pero sí un impulso. Espero que Jonathan Ive, a cargo del mismo puesto que tuvo en su día Scott Forstall, consiga que iOS 7 sea eso que deseamos.
¿Qué esperar de iOS 7? Pues, a riesgo de llevarnos un enorme chasco, habría que esperarlo todo. iOS 7 debe cambiar algo más que su aspecto estético. Debe fusionarse de forma interna con el hardware para el que ha sido desarrollado, unificando experiencias físicas y virtuales bajo un mismo producto. iOS 7 tiene que ser algo más un un iOS con «iconos planos» -como se ha definido una y otra vez en prensa-. La influencia en diseño visual del próximo iOS seguro que ha sido Windows 8 -verdadero germen de lo que viene en sistemas operativos, aunque a muchos le pese-, pero conociendo a Apple, hay que estar seguro de que se aspira a más.
Puede que en iOS 7 veamos cambios radicales en la forma en la que se realizan las tareas más básicas, y en el aspecto o funcionalidad interna de muchas apps que vienen de serie. La navegación, dentro de unos límites, a buen seguro que cambiará y se adaptará a la visión de Ive, dejando a un lado el skeumorfismo -herencia de las ideas de Steve Jobs y el trabajo de Scott Forstall en el sistema operativo- de las actuales aplicaciones. Habrá que mirar si esos cambios, consiguen calar en el usuario, habituado a rutinas muy específicas en iOS con sus dispositivos y aparatos tras varios años.
OS X. OS X sigue siendo el gran olvidado de Apple. Todos reconocemos que iOS ha sido su motor en cuanto a software -y ganancias- en la última década, pero OS X es el corazón de la bestia informática que en su día fue Apple. Todo lo que disfrutamos hoy en día en nuestro bolsillo o tablet viene de OS X, y es el algo que no se debe olvidar. El sistema operativo de los ordenadores Mac ha cambiado bastante desde Snow Leopard -considerados, para muchos, la mejor versión del sistema operativo OS X-, y aunque Lion supuso un retroceso, Mountain Lion, ha supuesto la inclusión de características muy interesantes. El león de montaña trajo consigo a OS X 10.8 estabilidad, seguridad, integración social y un atisbo de lo que podría ser el reconocimiento de voz. ¿Suficiente? Quizás no. Más allá de la transformación en un iOS de escritorio, hemos visto muy pocas novedades estéticas o funcionales a nivel de usuario. ¿Será OS X 10.9 ese salto adelante? ¿Traerá consigo una vuelta a los orígenes?
No contéis con ello. OS X 10.9, a buen seguro, será un nuevo capítulo hacia la fusión de los dos actuales sistemas operativos: iOS y OS X. Sí, mantendrán distancias -hay funciones y necesidades informáticas muy diferentes entre los dos sistemas citados-, pero el futuro nos depara una mayor coherencia y sincronización entre ambos mundos. Apple es muy probable que nos muestre y regale pistas sobre sus futuras intenciones en esta WWDC el próximo lunes. De momento, como diría cierto entrenador de fútbol, «piano, piano».
Otro sistema que pide a voces una ampliación de sus posibilidades, es iCloud. La idea base está ahí, pero la nube de Apple, puede dar mucho más de sí. Una integración más clara y evidente -muchos usuarios desconocen lo que es capaz de hacer iCloud, porque no lo terminan de ver claro– en el sistema operativo, podría facilitar la incorporación de adeptos. Además, tal y como ha reconocido Tim Cook -CEO de Apple-, nunca se descarta que la nube de Cupertino se expanda hacia otras plataformas y sistemas como Windows o Android -de la manera que han hecho exactamente lo mismo Microsoft con Skydrive o Dropbox- buscando competir en el mercado de los servicios y el software, verdadero nicho comercial por explotar para Apple.
Y es que en hardware, la cosa es distinta. De momento, tenemos pruebas más o menos fehacientes de que la nueva generación de iPad y el iPhone, se irán para octubre, dejando esta WWDC libre para presentar pequeñas evoluciones en la familia Mac. ¿Nuevos MacBook Pro Retina y MacBook Air con chipsets de Intel más rápidos y de menor consumo? Casi seguro. ¿Novedades en la rama profesional Mac, con un renovado Mac Pro? Apostaríamos a que sí. Pero, salvo sorpresa mayor, creemos que poco más. La WWDC en los últimos años ha sido un empujón para el software, y salvo cambios de última hora -habituales, no obstante, en la Apple de Tim Cook-, parece que seguirá siendo así.
Sea como sea, con Macs o sin Macs, con más iOS que OS X o viceversa, el lunes, día 10 de junio a las siete de la tarde -hora española- saldremos de dudas. Como siempre, al término de la keynote, y en los días posteriores, os traeremos todas las noticias y novedades al respecto. Os esperamos.
Alberto González