¿Qué es la creatividad? ¿Qué es un ser creativo? Realmente, no hay definición clara que pueda expresar con palabras lo que es la creatividad o el ingenio. Muchos lo consideran un rasgo característico de personas especiales, con personalidad y diferentes, que inventan, mejoran lo ya existente o se expresan de una forma distinta a los demás. Que van más allá. Que ven más allá del horizonte, buscando nuevas y originales formas de sacar todo aquello que llevan dentro. De pensar de una manera tan diferente, que sean capaz de cambiar el mundo.
Estamos rodeados de tecnología. Vivimos con ella día a día. Está tan presente en todos los ámbitos, que muchas veces no somos conscientes de su existencia. De su vital papel y posición en los eventos y movimientos más importantes del mundo. La aparición de las nuevas tecnologías en la vida diaria del ser humano es sin lugar a dudas, una de las características más destacadas e influyentes a la hora de definir los últimos años del Siglo XX y los primeros del XXI. Ha sido toda una revolución que se ha plasmado en las facetas más distintas y en las más variadas personas. Dicha expansión, ha contribuido a un enorme salto cualitativo y cuantificativo en relación al poder de expresión y creatividad de millones de personas, que han extendido su visión y su particular poder creativo alrededor del globo en un mundo interconectado.
Si bien ya hemos dicho que ser creativo o ingenioso es algo tan intangible como difícil de expresar, creemos que es fácil entender a que nos referimos. Al fin y al cabo, la creatividad es algo tangible dentro del entendimiento y el significado propio de cada uno. Cada nueva época, es hija de unas herramientas y unos elementos, que la acaban definiendo. Todos los grandes periodos de la historia más reciente de la humanidad, han sido producto de la imaginación, el talento y el arrojo de mentes brillantes. Mentes y personalidades, que pensaron diferente y que fueron más allá de los paradigmas y elementos existentes de su tiempo, destacando por encima de los demás. Si bien antaño, poder ser creativo o especial, podía ser un proceso extraño y diferente, casi mesiánico, hoy en día la aparición de determinadas herramientas, hacen que cualquiera, con el uso adecuado de estas, pueda destacar y levantar la cabeza entre el mar grisáceo de conformismo imperante.
Todos recordamos como nació Apple. Dos jóvenes, emprendedores, que tenían fuerzas, ganas y voluntad, de cambiar lo establecido. De mejorar y avanzar con conceptos ya existentes. En aquella época, las herramientas disponibles para conseguir semejantes objetivos, eran toscas y muy poco pulidas. Pero eran de las que disponían en aquél momento. Y armados con un par de soldadores, un par de placas bases y un buen montón de madera, revolucionaron el mundo de la informática personal para siempre. Hoy en día, la mayor herramienta tecnológica, es internet. Internet ha definido a toda una generación, y de ella nacen hijos continuamente, que modifican y amplían los horizontes constantemente. Apple siempre se ha caracterizado por ser una empresa a la vanguardia, construyéndose y reformándose continuamente, avanzando uno o dos pasos por delante de sus competidores.
Si en algo destaca Apple, es en la facilidad y en los rasgos intuitivos, casi mágicos, en los que se basan todos sus productos, desde el ordenador de sobremesa al tablet. Desde el teléfono móvil, a su programa de edición de audio. Cualquier usuario, con un poco de práctica, puede aprovechar las maravillosas herramientas táctiles disponibles en los dispositivos iOS. Cualquier joven músico, puede grabar para siempre su última composición, editándola con un par de clicks en GarageBand. Da igual que seas un pintor excelente, un fotógrafo reconocido o un simple aficionado a la música. Simplemente tienes que imaginar y pensar que eres realmente capaz de sacar algo bueno de tus capacidades. El iPad o el iPhone, son dos dispositivos potentes, maravillosos, que en manos de una persona con potencial, pueden convertirse en dos de las herramientas más importantes de la historia más reciente de la humanidad. Dicho así puede sonar algo radical o bruto, pero es algo completamente verídico. Pensad en el arduo trabajo que era el hecho de revelar una fotografía, editarla y publicarla en un medio en el que millones de personas pudieran observarla y admirarla. Era un camino costoso, lento y sobre todo, al alcance de muy pocos. Hoy, dicho proceso, no solo se ha acortado y agilizado, si no que se ha hecho más accesible y disfrutable para cualquier usuario. El objetivo es el mismo, pero son las herramientas las que han propiciado el cambio. ¿Quién ha salido ganando? El usuario y su audiencia. Todos podemos expresarnos, todos podemos ser más creativos. ¿Quién no ha retocado una foto en un par de sencillos pasos? ¿Quién no ha gozado al ver como con un poco de pasión y ganas se pueden conseguir grandes resultados en GarageBand o en aplicaciones móviles como Instagram? ¿Quién no disfruta con tales herramientas de edición o creación? Es tan simple como salir ahí fuera, hacer una foto y compartir lo que hemos querido expresar con ella con todos nuestros amigos y conocidos (y quizás con una audiencia tan global, que no conoceremos jamás).
¿Qué impacto tiene esto? De momento, es imposible de constatar. Hoy en día ya estamos viendo movimientos creativos en relación a las características técnicas de los dispositivos de Apple. ¿Recordáis la importancia de la cámara del iPhone en portales como Flickr? ¿Conocéis la aparición de exposiciones y congresos alrededor de fotografías tomadas con iPhone? ¿Sabéis algo de la utilización del iPhone y su videocámara en HD en la grabación de películas de alto presupuesto? ¿De la vital importancia de estos sistemas táctiles en el descubrimiento de nuevas enfermedades? El peso de estas poderosas herramientas es tal, que su influencia llega a las más diversas facetas de los campos de la ciencia, las humanidades o las artes.
No me entiendan mal. Esto no es un proceso de banalización creativa. Es un paso adelante de las más poderosas herramientas en favor del usuario, y en concreto, de aquellas personas que nacen y crecen con una idea en su interior. Es un logro de nuestra generación, un privilegio, que ahora mismo, no somos capaces de evaluar. Es la democratización de la tecnología. Es un punto de inflexión que aún no somos capaces de comprender. Es algo, que quizás se vivió en su día con la aparición de la imprenta. Quién sabe si el próximo Picasso está trabajando ahora en un iPad, o si el próximo Frank Capra recordará y grabará la noticia del siglo en un iPhone. Quién sabe si el nuevo premio Pulitzer escribe sobre un teclado táctil o si el futuro premio Nobel de física está trabajando en un nuevo teorema con una tablet de Apple. Quién sabe si una persona, en algún lugar del planeta, se sentirá inspirada por la obra de algún usuario anónimo gracias a internet. Las mentes brillantes reflejan su creatividad en base a las herramientas de las que disponen. ¿Qué hubiesen hecho cualquiera de los grandes genios creativos de la humanidad de tener un iPad o un Mac delante de sus manos? Pensadlo. Y esto es solo el principio.
Alberto González
sigan con ese pajazo mental…snobistas