Es difícil hacerse una idea de qué aspecto o diseño podrá lucir un dispositivo de Apple sin conocer las filtraciones de última hora o los rumores. El iPhone original nos sorprendió a todos en su momento, creando una corriente en el diseño del terminal conservadora dentro de la misma Apple, y con una influencia global en la mayoría de móviles disponibles en el mercado. ¿Qué aspecto podrá tener el hipotético iPhone 5?
Apple, como dirían en el mundo de la moda, marca tendencia. Su influencia en el mundo del diseño de los aparatos de consumo es realmente conmovedor y digno de estudio, moviendo por completo a la industria conforme saca nuevos dispositivos con cualidades estéticas únicas y diferenciadoras del resto de la competencia. Son objetos de deseo, de imitación y adoración. Cada nuevo producto, cada nuevo diseño, elabora una nueva línea a seguir por decenas de diseñadores del mundo, que enfocan sus particulares y propias vías de negocio, a lo que Apple saca a la palestra. Ya hemos hablado varias veces de Jonathan Ive y su trabajo en Apple como Vice Presidente Senior de Diseño Industrial en Apple, pero nunca está de más destacar su trabajo.
El iPhone original, era una auténtica obra maestra en cuestiones de diseño industrial. Reformó el concepto de teléfono móvil e inteligente, y lo elevó a cuotas nunca vistas anteriormente. Tal fue el logro obtenido por el primer móvil de Apple, que Jonathan Ive recibió el Premio Nacional de Diseño en la categoría de producto en el año 2007. No solo se convirtió en un estándar de calidad para la propia Apple y en una revolución indescriptible en el mercado de la telefonía móvil, sino que su influencia estética marcó una tendencia que dura hasta nuestros días. El iPhone conmovió a todos con su fuerza visual. Era un móvil que utilizaba su pantalla táctil como principal reclamo, combinándose con una parte trasera de metal y plástico de forma redondeada. Un hito, que consiguió marcar un antes y un después. Y que, aunque parezca mentira, se ha acabado convirtiendo en todo un reto para la propia Apple.
Las siguientes actualizaciones estéticas, las correspondientes al iPhone 3G y al iPhone 3GS, fueron bastante conservadoras. El móvil conservaba gran parte del diseño y la forma del iPhone original, pero sustituía la parte trasera por una carcasa de plástico (que estaba disponible en dos colores, blanco y negro). La revolución vino con el famoso (y éxito rotundo) iPhone 4. El terminal rompía con las líneas de los anteriores smartphones de Apple, e inauguraba una nueva época a nivel de diseño industrial en las oficinas y productos de la compañía de la manzana. El nuevo iPhone presentaba una forma más poligonal, con un frontal y una parte trasera absolutamente plana realizada en vidrio y disponible en color negro (el blanco no ha llegado hasta bien poco). El chasis y el marco que recorre con los bordes del teléfono está constituido en acero, y hacía de antena (y que tanto problemas dio a Apple con el famoso caso de pérdida de cobertura). El iPhone ha sido un estándar para millones de diseñadores en todo el mundo, así como para cientos de empresas competidoras que intentan reflejar en el modelo (y en todo lo que representa) sus propias creaciones. Antes del iPhone, todos teníamos un concepto de móvil diferente, plagado de teclas y de formas bastante diferentes. Una vez salió el teléfono de Apple en el mercado, compañías como LG, Sony o Samsung, se apresuraron en sacar sus propias «versiones» del iPhone, presentando teléfonos y smartphones de pantallas enormes, de pocos botones y funcionalidades más que parecidas. Apple tiene por delante todo un reto a la hora de diseñar su nuevo teléfono inteligente.
Decir iPhone, supone una gran responsabilidad. Es un estándar de calidad. Un símbolo. Actualmente, con el iPhone 4 llegando al final de su vida comercial, se nos abren dos interesantes caminos. El primero, es que Apple se decida a sacar una versión mejorada del actual iPhone 4, renombrándola de forma parecida a lo visto con el iPhone 3G y 3GS. Dicho movimiento no sería nada extraño, sobre todo teniendo en cuenta varios factores, como el más que posible cambio de ciclo de presentación de productos que está viviéndose en el seno de la empresa y la cercanía del lanzamiento de la versión del actual iPhone 4 de Verizon. Quizás Apple no quiera arriesgar a lanzar un modelo radicalmente diferente en lo estético, y quiera apostar (un año más) por las interesantes y envidiadas formas del cuarto teléfono de la familia iPhone. En lo que respecta a las cualidades técnicas, tampoco se espera una apuesta más arriesgada de la consabida subida de especificaciones técnicas básicas (mayor y veloz CPU A5 de doble núcleo, más cantidad de RAM y mejora en los sensores y megapíxeles de la cámara de fotos).
El otro camino que se abre, nos parece más atrayente, divertido y apasionante. ¿Y si Apple se decide a sacar un nuevo modelo de iPhone? En cierta manera, debería. Durante las últimas semanas, hemos estado observando varios rumores que parecen indicar que Apple tiene entre manos un nuevo cambio estético con respecto a la anterior generación. Son muchas las webs asiáticas (especialistas en filtrar y hablar de estos temas) las que hablan de un nuevo iPhone, con mayor pantalla y una nueva forma en su parte trasera. ¿Hacia donde irán los tiros? No sabemos que cambios introducirá, pero parece que todo indica a que desde Cupertino se quieren poner las pilas para acercar lo máximo posible a su niño mimado (con el permiso del iPad) al resto de la competencia, que no para de sacar teléfonos con pantallas más grandes y enormes que las vistas en la serie actual de iPhones. Una aparición estética así, elevaría de nuevo el listón con respecto a la competencia, que vería como Apple ofrece un teléfono igual de redondo en prestaciones técnicas, con una evidente subida en el apartado visual con su mayor pantalla. No creemos que se hagan muchos cambios más allá de la parte trasera (quizás la supresión de algún botón más, ya que todos sabemos la afición y la obsesión de Steve Jobs por eliminar cualquier tipo de vestigio del pasado analógico en sus productos), que podría volver a las líneas básicas de Apple con respecto al aluminio (y siempre y cuando no entren en juego los últimos rumores sobre la fibra de carbono). Un aspecto que está recorriendo la red, y que nos parece bastante curioso, es el cambio de situación del flash LED (que en el iPhone 4 está justo al lado del sensor de la cámara), y que pasaría al otro extremo.
No sabemos hacia donde irá Apple. Todos conocemos de sobra la actitud de la compañía a la hora de responder a la competencia (lanzamos nuestros productos conforme creemos, y no según nos digan o marquen desde otros frentes) y quizás la aparición de un teléfono radicalmente distinto al actual iPhone, pueda parecer una apuesta demasiada arriesgada. No obstante, Apple se ha ido mostrando muy conservadora desde hace un tiempo en este aspecto, y si le sumamos la reciente aparición del iPhone 4 para Verizon, todo parece encajar. ¿Quién sabe si Apple decidirá arriesgar y lanzar su iPhone más novedoso y preparado para los nuevos tiempos? ¿O una versión del actual con mayor pantalla? Los fabricantes de funda así parecen indicarlo. Eso sí, no sería la primera vez que nos han hecho la pirula y nos han engañado y tomado por tontos. La pelota está sobre el tejado de Apple. ¿Cuál será su respuesta? Sea cuál sea, estamos seguros de que acabará siendo un éxito y un nuevo estándar. Y eso, para la competencia que no para de sacar propuestas más que interesantes, es bastante duro.
Alberto González